Juzgar un libro por su portada, aparte de ser algo superficial,
puede llegar a ser insensato, porque hay muy buenos libros (como Spin o Cien
años de soledad) que tienen portadas muy feas y son joyas de la literatura. Sin
embargo, sea o no muy elaborada una portada, es muy importante que sea
coherente con la historia que se cuenta en su libro.
En esta entrada voy a escribir sobre dos de las más grandes obras
de Julio Verne, cuyas portadas he visto mal diseñadas en decenas de ocasiones. Puntualmente
este error ocurre con “Viaje al centro de la tierra” y “La vuelta al mundo en
80 días”.
Este es un ejemplo muy común en la primer novela:
¿Qué hace un tiranosaurio en la portada? En la historia,
Verne menciona que el lugar bajo la corteza más externa de la tierra está habitado
por plantas prehistóricas, mamuts y algunos cavernícolas. Los únicos seres parecidos
a dinosaurios mencionados en la novela son el ictiosaurio y el plesiosaurio,
los cuales se baten en una fuerte lucha mientras el profesor Lindenbrock, Axel
y Hans atraviesan el mar subterráneo en una balsa.
El segundo ejemplo es el siguiente:
¿Por qué hay un globo en la mayoría de las portadas de “La
vuelta al mundo en 80 días”?, Phileas Fogg y Picaporte se transportaron en
carruaje, tren, barco y otros más, pero nunca en un globo. Eso ocurre en una
novela diferente de Verne llamada “Cinco semanas en globo”.
No sé si estas portadas equivocadas han sido inspiradas por
las adaptaciones de cada novela o viceversa. En las películas si se ven dinosaurios
(en el caso de Viaje al centro de la tierra) y globos (en el caso de La vuelta
al mundo en 80 días).
Por si les interesa, la colección “Verne” de edición Gato
Azul de Cangrejo Editores tiene todas sus portadas correctas.
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